14 de febrero de 2009

Control de la muerte prematura

El año pasado circuló en Internet la historia de un sujeto apodado Pedrito Cebollita, quien fue velado de pie durante tres días, luego de haber sido encontrado sin vida bajo un puente con claras señales de haber participado en un tiroteo.

Con el objeto de que el cuerpo pudiera mantenerse en posición vertical (y lo más natural posible) fue sometido a un proceso especial de embalsamado, el cual provocó que sus amigos cuestionaran si realmente estaba muerto. La dueña de la funeraria respectiva comentó que la clave fue que el cadáver "no estuviera rígido, pero tampoco muy blandito".

Cabe destacar que el tipo antes de morir solicitó a sus familiares, como último deseo, que fuese velado de pie y sin ataúd.

Así entonces, considerando el relato anterior, le sugiero sospechar de todas las personas que normalmente no se mueven o no hacen nada, ya que podrían estar muertos. Tal vez podría enterrarle objetos en sus cuerpos y asegurarse que no estén rígidos (tampoco muy blanditos).

Por mi parte y para ser consecuente con mi consejo, la próxima semana llevaré flores a mi trabajo y velaré a mis colegas que murieron hace tiempo, pero que a diferencia de Pedrito permanecen sentados.

Dedicado a Alejandro Robles, Cristian Silva, Daniel Labra y Héctor Cortez, a quienes en más de una ocasión he sorprendido en estado de catalepsia.

13 de febrero de 2009

Mi ex-amigo Mike

Nunca me he destacado por ser gracioso o sociable, pero siempre he tenido la fortuna de conseguir con facilidad buenos amigos (incluyendo a aquellos circunstanciales) y, aunque a la mayoría los recuerdo con aprecio, siempre existen algunas excepciones.

Hace cerca de diez años conocí una persona muy inteligente que, al igual que el Doctor Jekyll, sufría constantes transformaciones que lo volvían estúpido, ya que a pesar de tener muchas habilidades para las cuestiones técnicas era extremadamente torpe para relacionarse socialmente, destacándose por su capacidad para someterse como perro faldero con su novia, a quien debía informar reiteradamente su actividad y ubicación en cada ocasión que no podía justificar su tiempo con obligaciones laborales.

La agotadora relación del sujeto permaneció intacta por mucho tiempo, hasta que un día se me acercó para decirme que había logrado terminarla y que desde ese momento "putearía como loco" (lo que me repitió en numerosas ocasiones), refiriéndose a sus intenciones de concretar la mayor cantidad de relaciones ocasionales que fuese posible.

A las pocas semanas, la única conquista de mi amigo le informó que se encontraba embarazada.

Transcurrieron algunos meses y la supuesta madre no mostraba señales de su condición, por lo que convencí al aventurero de una noche para realizar una prueba de embarazo, no obstante, al día siguiente me comentó: "No hicimos el examen, porque fue sola al médico y le explicó que la guagüita estaba congeladita, así que le compré unos remedios para que se recupere...".

Al tiempo me enteré que el bebé nació a los dieciocho meses y que las pastillas no eran descongelantes, sino que para mejorar la fertilidad de la mujer.

En la actualidad, cuando recuerdo a mi otrora camarada, no dejo de pensar en la historia del pollo Mike, quien vivió un año y medio sin cabeza desde que su dueño, al tratar de decapitarlo y mantener intacto su cogote (para dárselo a su suegra), lo dejó con una sección de su cerebro y un oído funcionando, permitiéndole ser alimentado con maíz y leche a través del orificio que le quedó.

Fue así que el individuo y su suegra se beneficiaron económicamente del animal, exhibiéndolo como espectáculo por todo el país y llegando a ganar US$ 4.500 por mes.

Finalmente el pollo murió asfixiado con unos granos

Dedicado a la pareja y suegra de mi ex-amigo, quien también debe estar comiendo maíz.

12 de febrero de 2009

Para mis compañeros con cariño (segunda parte)

Siempre me ha resultado difícil relacionarme con las personas negativas, más aún en una sociedad hostil, en donde los numerosos problemas que aparecen diariamente son más que suficiente. Definitivamente no soporto convivir con la mala actitud de sujetos para los cuales el cielo siempre está nublado, por más caliente que esté el Sol.

Con los años he comprobado que todo el mundo ha tenido problemas y que siempre hay personas que enfrentaron situaciones más graves que otras, por lo que creo que no existe justificación para estar reclamando todo el día.

A pesar de lo anterior, he conocido gente que parece vivir para quejarse, pues si te ven se quejan, si te hablan se quejan, si te escriben se quejan y, peor aún, si los felicitas se quejan. Más allá de defender su estilo de vida negativo, parecen disfrutar convenciendo a quienes puedan de que todo está mal.

Si usted no puede superar sus dificultades o ha tenido demasiadas decepciones en su vida, no impida que los demás puedan vivir en armonía y trate de entender que muchas personas hacen malabares por ver el lado positivo de las cosas. Una cuestión es desahogarse y otra muy diferente es nublar el pensamiento de los demás.

Dedicado a los mismos mediocres de siempre.