28 de julio de 2008

Para mis compañeros con cariño (primera parte)

Mientras algunos me felicitan por mi paciencia para buscar y corregir detalles, otros se rien de mi diciéndome maniático, lunático, neurótico y vieja chepa. No es que me haga la víctima, pero no puedo sentirme tranquilo sabiendo que existen cosas por mejorar o definitivamente mal hechas. Tampoco soy el exponente extremo de la perfección, pero hago lo posible por satisfacer de la mejor manera mis expectativas.

Muy a mi pesar, existen personajes que hacen todo de manera improvisada, tal como si su aporte a la sociedad fuera desechable. Se caracterizan por seguir al pie de la letra la ley del mínimo esfuerzo y por descartar cualquier trabajo serio buscando resultados instántaneos. ¿Para que complicarse la vida analizando los problemas si todo puede ser rapidito?.

Entiendo que siempre sean los mismos quienes arreglan las cosas que no funcionan, pero nunca he podido comprender a los sujetos que, sin mover un dedo, están todo el día reclamando, pues siempre alguien (excepto ellos) es el culpable.

Definitivamente, la ignorancia es dicha.

Dedicado a todos los mediocres.

22 de julio de 2008

El buen camino

Algunas empresas, con el objeto de elevar sus ventas, fabrican numerosos productos incorporando a los dibujos animados de moda. Otras compañías, normalmente con un menor presupuesto, diseñan a sus propios personajes y, dependiendo de la aceptación de sus consumidores, los utilizan para el mismo propósito.

A pesar que lo anterior responde a una necesidad comercial, en ambos casos los niños terminan identificándose con seres ficticios e imitando sus acciones.

En incontables ocasiones he visto mocosos dándose patadas como las Tortugas Ninja o haciendo contorsiones como los Transformers. Incluso yo he sido víctima de algún golpe tipo Street Fighter.

Aunque muchas personas disfrutan con las conductas expuestas, otras sufren ataques de pánico, pues creen que presencian los síntomas de una nueva enfermedad apocalíptica caracterizada por la destrucción.

Concuerdo en que los dibujos animados violentos propician acciones violentas, pero creo que son los más sinceros, lo cual es fácil de entender analizando rápidamente algunos personajes que parecen estar llenos de bondad, pero que en el fondo son verdaderos apóstoles de Satán:

Hello Kitty
- Morfología y perfil sicológico: Se supone que es una gata, pero carece de los rasgos típicos de los felinos (nunca los llegó a desarrollar porque su madre fue expuesta a altos niveles de radiación durante el período de gestación). A temprana edad ya era una obesa mórbida, razón por la cual fue operada del hocico (hoy es alimentada a través de un tubo conectado a su estómago). Debido a sus características sicóticas e inclinación hacia la magia negra, durante su juventud, se dedicó a participar en ritos satánicos personificando un muñeco budú, pero a causa de las drogas fue sometida a la mutilación parcial de sus cuatro patas.
- Influencia sobre la población: Detrás de una apariencia amable y pacífica se oculta un gran odio contra la sociedad, por lo que mediante brujeria induce a las personas a adquirir progresivamente sus productos, los cuales van desde monederos hasta rifles de asalto.

Los Teletubbies
- Morfología y perfil sicológico: Son cuatro humanoides asexuados, fabricados de material sintético, que perdieron sus facultades mentales y capacidad de hablar después que alguien les insertó un tubo de rayos catódicos en el abdomen. Uno de los integrantes manifiesta claros comportamientos homosexuales y todos exhiben figuras fálicas sobre sus cabezas. Entre los principales daños cerebrales que poseen se destaca la inestabilidad, pues de un momento a otro comienzan a estrellarse desesperadamente con cada objeto a su paso.
- Influencia sobre la población: No sólo han empeorado el lenguaje de los niños, sino que además enseñan pésimos hábitos de alimentación (todos los días comen tubbipapillas y tubbitostadas). Su estructura simplista y repetitiva sugiere un método de hipnosis que, mediante rutinas desgastantes y paisajes relajantes, disminuye la capacidad de alerta del cerebro, quedando altamente receptivo a mensajes subliminales.

Después de este simple análisis ¿usted considera sano que los niños se identifiquen con los personajes recién descritos?.

Si un niño lo golpea argumentando que es un Shoryuken (bulgarmente conocido como Olluquen) o le ofrece un Fatality, felicítelo, pues eligió el buen camino.

Dedicado a Mauricio Guerra, quien a pesar de su avanzada edad todavía se comporta como un niño.

17 de julio de 2008

Los dioses primitivos

El hombre prehistórico no entendía los fenómenos que sucedían en su entorno, por lo que atribuía a seres místicos cualquier evento que estaba más allá de su comprensión.

Con el paso del tiempo las personas fueron notando que sus dioses, más allá de no tener gracia, eran amargados y estaban llenos de odio, razón por la cual atormentaban constantemente a la humanidad con catástrofes, enfermedades y plagas.

Hubo un genio de la época llamado Sifilisio, quien aburrido del abuso, propuso detener los actos sin sentido de los dioses mediante el sometimiento de estos a algo con más poder. Muchos sabios ya tenían la experiencia de vivir algo similar, por lo que acordaron buscar una esposa para cada deidad.

El problema fue que cada mujer que elegían para celebrar matrimonio sólo llegaba hasta la luna de miel, pues los seres divinos con sus órganos sexuales súper dotados y súper destructivos terminaban por convertir la máxima expresión del amor en un sacrificio brutal.

El plan no estaba funcionando como se esperaba, hasta que a un famoso pensador del momento (conocido como Herpesio) recomendó a cada dios evitar el sexo inseguro con sus parejas mientras no inventaran el preservativo, ya que a causa del aumento de enfermedades de transmisión sexual, se corría el riesgo de perder su miembro más importante.

Transcurrieron algunos meses y las cosas habían cambiado de manera radical. Los dioses, que se encontraban casados, pasaron de ser unos crueles verdugos sanguinarios a unas pobres víctimas hostilizadas por sus mujeres.

Quienes alguna vez disfrutaron de emborracharse con sus amigos y destruir algunos pueblos, ahora tenían que hacer las labores hogareñas y estaban obligados a trabajar para complacer a sus exigentes y consumistas compañeras

Hoy los dioses primitivos se encuentran completamente anulados y todo su poder destructivo permanece disminuido a la mínima expresión.

¿La moraleja?,... ¡ninguna!, si este relato carece de sentido.

1 de julio de 2008

Una cuestión de amistad

Siempre he tratado de mantener la compostura de la mejor manera posible y, aunque nunca he leído el Manual de Carreño, he vivido convencido que en muchos lugares se me ha aceptado por mi buen comportamiento.

Hace unos días me encontraba tranquilamente tomando un café en el casino del trabajo, hasta que un colega me dijo "¡toma!, acá tienes un sobre de endulzante que sobró... ¡para tu colección!", a lo cual yo con sorpresa respondí "¿me estás insinuando que intencionalmente me llevo más endulzantes de los que necesito?". Acto seguido, me metí la mano al bolsillo para sacar lo que tenía y, casualmente, encontré cerca de diez sobres del sucedáneo. A los minutos, otra persona me dijo "¡toma!, acá tienes unas servilletas para que no te falten" y me di cuenta que no las necesitaba, pues ya tenía muchas distribuidas en los diferentes lugares de mi ropa.

Lo anterior sólo me causó gracia en el momento, pero más tarde me dio verguenza. No es que yo necesitara endulzantes y servilletas, pero tenía muchas más de las que me correspondían.

Estuve en la oficina pensando por unos minutos en mi falta, cuando recibí un correo en el que un cliente reclamaba porque hace muchos meses sólo estaba recibiendo la mitad de lo que había contratado, Investigando un poco descubrí que la persona que le vendió los servicios, casualmente su amigo, tenía absoluta claridad del problema y estaba esperando una queja para corregir la situación.

Trataba de convencerme que el episodio recién descrito era aislado, hasta que una compañera muy afligida me contó que le habían robado las bebidas que tenía guardadas, suceso muy malo, porque estaban destinadas para una obra de caridad. Al día siguiente me enteré que una de las personas más amigables del lugar se las tomó.

Me encontraba realmente inquieto, cuando supe que las personas que habían trabajado el día anterior no comieron los aperitivos de una celebración que les habían dejado. Preguntando me enteré que sus amigos se los habían comido (independiente si ya habían tocado su parte).

A esas alturas ya me sentía molesto, así que para desahogarme fui a hablar con un compañero, quien después de escuchar impávido mis relatos me dijo "amigo, lo único que te puedo decir, es lo que me decía un amigo que ya no es mi amigo,... este es el país de los vivos".

Han pasado varios días desde aquella jornada tan especial. Hoy trato de sacar sólo los endulzantes que necesito y, aunque mi cálculo es pésimo, intento que las servilletas no terminen en mis bolsillos, no obstante, veo que el resto de la gente sigue haciendo lo mismo día tras día, lo que me lleva a reformular el mensaje del "amigo que ya no es amigo de mi amigo": Este es el país de los amigos.

Dedicado a Jacqueline Henríquez y a todos los descarados (amigos) que comen en los supermercados sin pagar o que suben al transporte público por la puerta trasera.