5 de octubre de 2009

Quien te quiere...



No es que me gusten las frases repetidas, pero en cada oportunidad en la que he debido acabar con una rutina he confirmado que el ser humano es un animal de costumbres, especialmente cuando el hábito significa comodidad.

Así entonces, cabreado, me demoré varios meses en terminar con mi novia:
- "Hola... ¿Juan?".
- "Sí, con él. ¿Cómo estás?".
- "Bien, ¿sabes?... tenía el presentimiento que me ibas a llamar para decirme algo importante. ¿Te pasa algo?", me dijo mientras yo simplemente sudaba.
- "¡Mira que casualidad!, ¿cómo andas de tiempo para conversar?".
- "¡¿Conversar?!... ¿qué pasa?... quiero escuchar ahora mismo lo que me tengas que decir".
- "Sabes... solo me gustaría que nos juntemos para estar más tranquilos", insistí.
- "¡¿Cómo crees que voy a estar tranquila?!, ¡dime que tienes antes que arme un escándalo!", me replicó casi gritando.
- "Por favor cálmate".
- "¡¿Calmarme?!... ¡¿yo?!... ¡¿acaso querí terminar conmigo?!... ¡dímelo ahora!... ¿no eres tan hombrecito?".
- "¡Lo único que te he dicho es que quiero hablar contigo en persona!".
- "¡No!, ¡no te voy a dar ese gusto hijo de la gran puta!, ¡¿pa qué?!... si ya me dijiste que estai terminando conmigo güeón", me gritó antes de colgar.

Aunque todo fue súper rápido, no entendí que chucha pasó, por lo cual insistí hasta que pude hablar con ella (puta que era güeón...):
- "¿Realmente me entiendes?", pregunté.
- "¡Por supuesto que sí!, ¿cómo no?, conociendo tus verdaderos motivos ahora puedo comprenderte mucho mejor", me respondió con voz angelical.
- "Que bueno, es muy importante para mí... ¿crees que podamos llevarnos bien o al menos evitar que esto nos afecte en el trabajo?".
- "¡Obvio que si!, cuenta con ello.  He madurado lo suficiente para manejar cualquier situación difícil".

Transcurrieron dos meses en perfecta armonía, hasta el puto día en que una compañera de instituto fue a mi trabajo a buscar unos apuntes y yo, el súper galán pelo en pecho, la acompañé hasta la estación del tren subterráneo.

Íbamos muy tranquilos hasta que, sin previo aviso, recibí un doloroso manotazo por la espalda (de esos que pegaba Bud Spencer) y sin entender que mierda estaba sucediendo, me volví para ver quien me había golpeado, pero tan pronto como alcancé a ver a mi exnovia enfurecida recibí otro aplauso de una mano en la cara:
- "¡Güeón maricón!, me estai engañando", me gritó con el rostro desfigurado.
- "¡¿Cómo qué te estoy engañando?!, si nosotros terminamos hace rato", repliqué casi haciéndome bolita.
- "¡Maldito pendejo de la mil putas!, me estai cagando con esta otra y más encima la traí al trabajo para reírte de mi", me dijo sin parar de lanzar manotazos (y yo recibir).
- "¡Para!, que no te estoy jodiendo con nadie porque no estoy contigo... ¿y qué mierda pasó con que eras súper comprensiva?", pregunté mientras veía como se asomaban tiras y botones de mi camisa.
- "¡Na qué comprensiva conchetumadre! y no me trates de confundir que ¡no te voy a perdonar!", me gritó mientras intentaba agarrarme del pelo.

Era obvio que me estaban haciendo pico y que todo se había ido al carajo, así que en cuanto noté que mi compañera se había ido (sin idea de cómo ni cuando) escapé tan rápido como pude y sin mirar atrás, mientras los numerosos automovilistas que estaban detenidos aplaudían y gritaban toda clase de bromas acordes a la situación.

Así fue que durante los siguientes meses, trabajando a dos metros de mi exnovia, llegué a tener un inusual nivel de estrés, junto con recibir en la espalda uno que otro palmazo espóntaneo o artículo de escritorio no volador.

Como en toda vivencia uno aprende cosas y en mi caso aprendí que el problema de la  rutina no es hacer siempre lo mismo, sino que dejar de hacer las cosas importantes... como correr antes que te maten.

Dedicado a Daniel Labra, quien cada día está más cerca de ser aporreado.

Nota: En esos días supe del caso de una mujer celosa que le cortó el miembro a su pareja y, cuando este se recuperó, lo quemó a lo bonzo...









8 comentarios:

Simply, Cari.- dijo...

...conozco esa historia...jajaja...

Anónimo dijo...

te falto decir que paso con esa "compañera de estudios".... jajajajajaja

Vivianne dijo...

Esa si que era una bruja!!! que lata seguir lidiando con ella en la pega uhmmmm ni se te ocurra volver a invitar a una nueva compañera seguro te deja un ojo en tinta!!!
Me gustó tu blog livianito y entrete!!!

lopillas dijo...

Lo aporreé porque era mío...
Qué jodío sentido de la posesión tenemos las monas y los monos humanos, verdad? Sin remedio.
Me he echado unas risas imaginando la escena. Y celebro el lastre soltado afffú
Besote, sapo ligón (porque sabrás que una bofetada convierte al príncipe de nuevo en sapo no?) :D

BZL (es Dipi) dijo...

aguante el hipnosapo!! jajaja

lopillas dijo...

jajajja veo que tu avatar se volvió de nuevo sapito namberuan jajjaja

Andrés Céspedes dijo...

GRANDE PROFETA DE PELQUEN..... veo q no pierdes tus aptitudes para con el sexo opuesto........ harto loka la ex, pero bue, el blogger no lo hace nada mal tampoco!!!!.....

un abrazo de parte de un ex-compa del DUOC....

lopillas dijo...

Felices fiestas sapito!! Que el corazón se te llene de risas y felicidad.
Bessazo